viernes, 24 de noviembre de 2023

¿El mejor año de la banca española?

 

La banca logra su mejor año y la quiebra de Credit Suisse sólo pasa de puntillas


        


Durante el presente año, el sector bancario español experimentó un rendimiento excepcional, marcando el mejor desempeño en la historia del índice que engloba a las entidades del Ibex (el Ibex Banks), con un aumento cercano al 30%. Aunque este éxito podría quedar grabado en la memoria de los inversores a largo plazo, es crucial recordar las dificultades enfrentadas por el sector en el primer trimestre del año.

En Estados Unidos, varios bancos regionales se vieron afectados por fuertes incrementos en las tasas de interés, lo que depreció el valor de sus carteras de renta fija. Estas carteras no eran lo suficientemente líquidas para mantener la solvencia de los bancos, generando inquietud entre los clientes y resultando en algunas quiebras. Este escenario hizo recordar a Wall Street los problemas ocurridos hace apenas 15 años. Aunque en Europa el miedo fue menos pronunciado debido a una regulación más estricta en el sector, se observó una excepción en Suiza, donde el banco Credit Suisse enfrentó distintos escándalos y una fuga de depósitos que llevó a su venta por aproximadamente 3.000 millones de euros a UBS.



A pesar de las afirmaciones de que este caso sería aislado en Europa, la pérdida total de los bonistas de nivel 1 (el riesgo más alto) en sus CoCos generó preocupación entre los inversores de este tipo de deuda en todo el continente. Esto condujo a una venta masiva de estos títulos, aumentando los diferenciales que el mercado exigía a los bancos para emitir sus bonos AT1 en un momento en el que las tasas de interés ya estaban en aumento. El índice de CoCos europeos experimentó una caída del 20% durante esta crisis, pasando del 7,8% al 15,4% de rendimiento exigido. Desde entonces, el mercado se ha estabilizado, situándose nuevamente en torno al 8,2%, lo que también ha impulsado la recuperación de las acciones de estas instituciones financieras.


















jueves, 2 de noviembre de 2023

Economía Española durante la Dictadura


Economía durante el periodo Franquista: la Autarquía 




La economía española durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) experimentó diversos cambios y transformaciones. Al principio de la dictadura, España se encontraba en una situación económica precaria debido a la Guerra Civil Española (1936-1939). Durante los primeros años del régimen franquista, se implementaron políticas autárquicas que buscaban reducir la dependencia del exterior y fortalecer la autosuficiencia económica.

Fueron varias las características que predominaron en este periodo:

  1. Autarquía: Durante la década de 1940, se implementó una política autárquica que buscaba reducir la dependencia de las importaciones y fomentar la producción nacional. Sin embargo, estas políticas resultaron en un aislamiento económico y en una falta de integración con la economía mundial.


  2. Plan de Estabilización de 1959: A finales de la década de 1950, el gobierno franquista implementó el Plan de Estabilización, liderado por el ministro de Hacienda, Alberto Ullastres. Este plan buscaba estabilizar la economía y liberalizarla mediante la apertura a la inversión extranjera, la eliminación de controles de precios y la devaluación de la peseta.


  3. Desarrollo del turismo: A partir de la década de 1960, España experimentó un crecimiento significativo en el sector turístico. La inversión en infraestructuras turísticas y la promoción de destinos turísticos contribuyeron a la llegada masiva de visitantes extranjeros, lo que se convirtió en un importante motor económico.


  4. Industrialización: Aunque la autarquía inicialmente desfavoreció el desarrollo industrial, en las décadas de 1950 y 1960 se produjo un impulso significativo en este sector. Se fomentó la inversión extranjera y la creación de empresas, lo que contribuyó al crecimiento económico.


  5. Agricultura y migración: La agricultura seguía siendo una parte importante de la economía, pero experimentó cambios significativos. Se produjo una migración masiva de la población rural a las áreas urbanas en busca de empleo en la industria y los servicios.








    Tras la Guerra Civil

    La población española, que según el INE era en 1940 de 25.757.257 habitantes, había sufrido las
    consecuencias de la guerra tanto cuantitativa como cualitativamente, y a los muertos y exiliados como
    resultado de la contienda habría que añadir el hecho de que en el bando vencido se acumulaba un
    potencial humano indispensable para des arrollar económicamente la sociedad española, y hasta 1951
    se mantuvo una media anual elevada de presos políticos . Si se tiene en cuenta que la Renta Nacional
    del año 1935 no se logró superar hasta el año 1951, y que la renta per cápita todavía tardó otro año
    más en alcanzarse para caer en 1953, por lo que fue necesario esperar a 1954 para que se recuperase
    de forma estable, cabría preguntarse en qué medida este retroceso puede explicarse por la pérdida de
    capital humano.

    A la altura de 1958 el economista noruego Odd Aukrust amplió el conjunto de factores que hasta
    entonces se consideraba que explicaban el crecimiento económico, poniendo en duda el supuesto de
    que la renta se incrementase al mismo ritmo que la tasa de inversión de capital, añadiendo un tercer
    factor o factor humano que iba más allá de lo que los clásicos consideraban como "factor trabajo", al
    significar algo más que la cantidad de fuerza laboral que intervenía en un proceso productivo . Como
    señala este autor "sí es correcto afirmar que existe un factor cuyo efecto es tan considerable en la
    determinación del producto final, y que refleja la influencia del factor humano, es lógico pensar que
    la tasa del progreso puede incrementarse no sólo por el aumento del capital real, sino por un esfuerzo

    consciente de mejorar al hombre mismo." 


    Pues bien, en el caso de la economía española, se han cuantificado los destrozos que la Guerra Civil provocó en el aparato productivo-y que por cierto no

    fueron muy graves salvo en el sistema de transportes y en ganado de labor- sin que hasta ahora se
    haya realizado una aproximación a este tremendo y dramático coste que en forma de capital humano
    se perdió. Una aproximación al caso de la región aragonesa, permite elaborar un listado de exiliados
    que va desde el padre del Plan de Riegos del Alto Aragón Félix de los Ríos al escritor Ramón J . Sender
    y al cineasta Luis Buñuel pasando por el grupo de intelectuales que al coincidir en la Universidad de
    Zaragoza protagonizaron una auténtica "edad de oro" de esta institución a lo largo del período de la
    II República.













¿Qué tan interesante es la deuda en China?

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